MEDIR NUESTROS PROPIOS ABISMOS (PROFUNDiADES, DE HENNING MANKELL)
“A qué distancia de la verdad está uno dispuesto a llevar el autoengaño
y la fantasía, antes de que ésta comience a resquebrajarse”. Esta y otras dudas de corte existencialista son a las que busca dar
respuesta el autor sueco, Henning Mankell, en Profundidades, una de las
novelas que el autor escribió al margen de la saga Wallander que le dio fama a
nivel mundial.

El primer retrato que nos ofrece
el autor de este personaje es apenas una instantánea condenada a desvaírse a
medida que avanza la novela: Un hombre conservador, solitario, habituado a una
vida conyugal que se adivina estable pero, al igual que tantas, mortalmente aburrida.
El verdadero viaje comienza
cuando Lars debe partir a su misión secreta por tiempo indeterminado y se ve
obligado a dejar a su esposa, Kristina, sola en casa; los primeros días en
altamar Lars evocará su perfume, su aroma, su compañía… su amor, aunque él
mismo reconozca, no conocer el amor.
A lo largo de este viaje Lar
Tobiasson-Svartman comienza a darnos las primeras muestras de un profundo temor
a perder el control sobre sí mismo, como si en medio de este nuevo entorno,
alejado de lo familiar, algo insospechado o profundamente reprimido en su
interior comenzara a despertar, a manifestarse, haciendo tambalear sus
creencias y convicciones más arraigadas.
Y todo este preámbulo previo al corazón de la novela va preparándonos, casi imperceptiblemente, para asistir a la increíble transformación de un personaje obsesionado con hallar un lugar en el mar en el que la plomada -ese instrumento metálico utilizado por los hidrógrafos para medir profundidades- no toque fondo.
Y todo este preámbulo previo al corazón de la novela va preparándonos, casi imperceptiblemente, para asistir a la increíble transformación de un personaje obsesionado con hallar un lugar en el mar en el que la plomada -ese instrumento metálico utilizado por los hidrógrafos para medir profundidades- no toque fondo.
“Resulta emocionante determinar
lo que no puede verse ni aprehenderse a simple vista”, asegura Lars en algún
momento, sin ser necesariamente consciente de las implicaciones que puede
llegar a tener para nosotros mismos y para quienes han decidido amarnos y
permanecer a nuestro lado -creyendo conocernos- medir nuestros propios abismos.
La novela de Mankell está escrita
en un lenguaje accesible que no se enreda nunca en la forma y sin embargo se
las ingenia para confrontarnos con planteamientos y reflexiones lo
suficientemente disruptivas para cimbrar la conciencia y las emociones. Todo
esto a lo largo de una trama estremecedora que va convirtiéndose en una
incómoda revelación sobre hasta dónde pueden conducirnos el aburrimiento y la
costumbre, la falta de sentido y el hambre inmensa por una alternativa que dé nueva
vida a nuestras emociones adormecidas.
Pero la historia de este oficial
de marina es también una reflexión sobre la renuncia, la huida; sobre la
búsqueda de la salvación en el aislamiento y la propia ruina; sobre la decisión
terrible de encontrarnos y reconocernos en nuestros niveles más bajos, en
aquello que responde a nuestra lado más primitivo, y quizás, también, más
humano.
Alguna vez uno de mis escritores
predilectos dijo que desde que uno nace lleva ya contenidas todas sus
posibilidades y que por lo general depende del tiempo y las circunstancias que
estas posibilidades, a veces inimaginables para uno mismo, surjan y nos
sorprendan para bien o mal.
La pregunta es: hasta dónde
estamos dispuestos a dejar caer la plomada en nuestras propias profundidades
para conocer nuestros límites o nuestras propias posibilidades.
El eco de las batallas navales de
la Primera Guerra Mundial, el frío y los mares helados de la Suecia invernal
son parte del contexto que dota a esta novela de algo gélido que se cuela hasta
nuestros corazones.
Una historia que avanza, sin
compasión, hasta las últimas consecuencias y de la que nadie, ni siquiera los
lectores, logramos salir indemnes.
Nota: La edición de Tusquets está agotada y descontinuada,; yo la conseguí a través de de Mercado Libre porque ni siquiera puede encontrarse en formato electrónico.
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